¡Hablemos de cocaína!
Pero no del narcochavismo. No. Hablemos de series de ficción por Netflix. Y sí, me refiero a la brutal serie Narcos.
En meses recientes se publicó en Netflix la última temporada de a aplaudida serie Narcos México, secuela de la original Narcos (Colombia).
Si no te gustan este tipo de películas o series, este podcast no es para ti. Pero si disfrutas, como yo, de estas historias de intrincada mafia que corrompe todos los estamentos de la sociedad, ¡entonces quédate y sigue leyendo!
En este episodio (que grabé en diciembre de 2021), hablo de mis apreciaciones de la serie y te hago spoiler. O no, porque si a ver vamos, esta serie narra hechos históricos de nuestros países, de nuestra Latinoamérica. Narra hechos recientes que muchos de nosotros vivimos y recordamos. Así que spoiler, spoiler, no hay.
Claro, hay ficción y algo de novela drama siempre en estas historias, ¡porque es nuestra naturaleza latina! A todo le metemos el romanticismo heroico del muchacho bueno y el tipo malo, del culebrón, del beso, de la metidita de mano con la amiga de la novia de la prima de una vecina.
Pero sí, pese a todo lo negativo que puedan decir de la serie Narcos, aquí te enumero 5 razones por las que deberías verla toda, las 3 temporadas de Narcos (Colombia) y las 3 de Narcos México. Párame bolas si todavía no la has visto:
Razón #1. La crudeza. La serie narra de una forma morbosa (a los que nos gusta esto, lo disfrutamos mucho) no solo asesinatos, tiroteos y sangre, sino la forma cruda en la que se aborda a determinados personajes, se inician en el vicio o en “el negocio”. Esta serie no tiene reparos en mostrar las cosas como muchos sabemos que son en la vida real.
Razón #2. Los actores. Hay calidad actoral QUE JODE en la serie. Figuras de la talla de Wagner Moura (que han criticado “su” Pablo Escobar, por ser muy “portugués”, pero ese es otro tema). Figuras como Pedro Pascal (El Mandaloriano, echando plomo en Medellín), Juan Pablo Raba, Diego Luna, José María Yazpik o Michael Peña, por solo nombrar unos cuantos. Sí. Hay nivel en esta serie.
Razón #3. La historia. Aunque hay mucho de ficción y muy seguramente nunca sepamos lo que de verdad pasó en esos tiempos y con esos personajes, la serie ilustra muy bien lo que todos nos imaginamos de ese mundo mafioso: la exageración económica, el tráfico de influencias, los chantajes, las familias de los mafiosos, la opulencia, en fin, la historia nos sumerge en todos los pormenores que uno debería imaginarse en esas situaciones.
Razón #4. El suspenso. Este tipo de series, al ser cortas, resumen una historia completa e intrincada en tan solo 10, 20 o 30 episodios (a diferencia de un culebrón normal, que puede llegar a tener 600 episodios de la niña pobre que se vuelve rica y mata a los malos), lo que hace que la historia se consuma rápido y en cada capítulo uno quede en vilo esperando el desenlace. No aburre.
Razón #5. Los detalles temporales. La serie está bien ambientada en las distintas épocas que se suceden y narran: los años 70, 80, 90 y principios del 2000. El vestuario y aspecto de los personajes, la tecnología, los carros, todo está bien ambientado y la hacen más creíble.
Analizando un poco por qué estas series gustan tanto y lo “extraño de estos tiempos del entretenimiento”, puedo decir que en estas nuevas historias los malos son los protagonistas, y eso automáticamente nos los pone en una posición de “buenos”, solo por la empatía típica que solemos tener con los protagonistas en cualquier historia. Suena raro, ¿verdad?
Sin más, aquí tienes mi podcast, analizando un poco la serie Narcos.
Y ahora cuéntame tú, ¿la viste? ¿te gustó? ¿no te gustó? ¡Deja tu comentario!
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